Quisiera
haber escrito que la creatividad tiene una mamá, pero prefiero explicarlo:
“He tenido la fortuna de haber vivido
momentos (días, meses o años quizá) el los que he sentido y resentido con más intensidad las necesidades, las
carencias y las obligaciones; además, lo único con lo que he contado es mi
salud, mi deseo y deber de cumplir
cabalmente por lo que me había
comprometido.”. Palabras de un gran amigo que hace años no veo, pero
con frecuencia lo recuerdo.
Pues
basándome en ese recuerdo, me recuerdo y te recuerdo que esos son los momentos para emplear la creatividad. ¿Cómo o qué hacer
para lograr cumplir con los compromisos?. ¿Llorar?, ¿Quejarse?, ¿Declarar a la
vida de injusta?. También, hay otra opción: enfrentarte con entereza a tu
elección.
Cuando
se aparece “la necesidad”, ella y solo ella te enciende el pensamiento mágico
para buscar soluciones, opciones para cubrirla.
Cuando
se viven las carencias, aparecen “la vergüenza” y te enciende el detonador de
la acción contundente.
Cuando
te acechan las obligaciones, surge “el espíritu de la valentía” y te enciende
la energía vital que te lleva a buscar los medios para cumplir.
Benditos aliados: necesidades, carencias y obligaciones. Normalmente, no les brindamos aplauso
alguno. Pero aquí van las primeros... (palm, palm, palm.).
Y,
usted ¿usa su creatividad impulsada por sus aliados?.
Hasta
pronto.
La
creatividad es para resolver situaciones difíciles y buscar mejore comodidades.