La
alegría es una emoción que pertenece al mundo de lo intelectual. Así
como el placer pertenece al mundo físico y el amor al mundo afectivo, la
alegría pertenece al mundo de la razón. La alegría vive en nuestro
interior. Brota sola, no la brindan necesariamente los logros
materiales. La alegría se experimenta cuando sientes que tu vida es una
ofrenda de amor y te sientes genuinamente amado; ese estado de afecto
te hace ser mejor persona y te hace sonreir a la vida... sonreir a tu
hermosa vida..
Estás
alegre cuando disfrutas el don de la vida. Estamos alegres cuando
llegan nuevos seres humanos a la tierra, estamos alegres cuando los
sueños los convertimos en realidad.
La alegría es algo muy íntimo, muy personal y muy profundo.
¿Qué te hace sentir alegría?, ¿La sonrisa de tu hijo(a)?.
Ahora bien, ¿qué estamos haciendo para dar alegría a los demás?
La
alegría está siempre dentro de tí, sin importar lo que pase afuera.
Puedes aplicar esa alegria interior a todo lo que hagas. Puedes
disfrutar de tus tareas y hasta de un trabajo desagradable. Si buscas la
alegría interior puedes hacer que el trabajo más pesado se vuelva más
ligero, eso te brindará alegría.
La alegria es el sentido interior que nos ayuda a atravesar tiempos difíciles, aunque nos sintamos tristes.
La Alegría está compuesta de: Animo, Lozanía, Esperanza, Gratitud, Risa, Inspiración y Aliento.
La alegría no se puede compartir, la alegría solamente se puede contagiar.
Contagiemos al mundo que nos rodea con nuestra alegría de servir y alegría de vivir.
Hasta pronto.