27/3/15

"La espera de llegar es más intensa que la llegada misma."

¿A cuántos de nosotros nos ha sucedido esto?. 

Nos ha sucedido que pensamos en algo positivo "al vernos llegando en algun destino" y, en ocasiones o quizá con mucha frecuencia la llegada en nada se parece a la espera. Esto tiene que ver con las expectativas de alguien hacia algo. 

Sucede que yo iba a conocer a una persona que me habia dado cita de negocios en día, lugar y hora acordados. El resultado esperado era algo maravillosamente deseado y vehementemente esperado, pero oh sorpresa! para mí, la persona no llegó, ni me llamó por el móvil, ni dejó mensaje alguno. 

Entonces, me regreso al lugar de donde había partido con una impresión gris, muy gris. No deseo describirla más.

Es, en esos momentos cuando decimo:s "yo esperaba", o "yo me imaginaba2 que todo iba a suscitarse como lo habíamos planeado". 
No contabamos con el destino que a veces cambia las cosas inesperadamente. En lo personal, creo en el destino, cuando las cosas ya sucedieron; no me había percatado que el destino puede "decidir algo sin preguntar nada a nadie".

Usted ¿qué opina?

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023