Creo que soy un ser afortunado aunque la fortuna tenga algunos sinsabores.
Creo que poseo grandes talentos y tengo el deber de descubrirlos, explorarlos, explotarlos y compartirlos.
Creo que cuento con grandes habilidades que me están ayudando a lograr mis propositos personales y ocupacionales.
Creo que poseo grandes virtudes que me ayudan a crear un mundo interior mejor.
Creo que uso el amor para el desarrollo de los demás, yo me quedo con la satisfacción, y ello me da plenitud.
Creo
que la paciencia es la virtud de virtudes para aceptar las cosas que no
puedo cambiar y aceptar a las personas que no piensan, ni sienten como
yo, ni creen lo que creo yo.
Creo en el gran poder transformador del pensamiento.
Los pensamientos son los verdaderos servidores de nuestro interior. Si pienso que algo bueno acontecerá, por supuesto que sucederá.
Si pienso que algo no bueno sucederá, eso se presentará.
Por eso y muchas cosas más creo en mí desde ayer hasta siempre.