Estoy convencido de que en mi ser habita una fuerza increíblemente grande
que sirve para todo.
Si no uso esa fuerza interior, se desperdicia, se va a la nada y no la volveré a recuperar.
Esa fuerza interior es igual al tiempo; si no lo uso nunca se recupera. Solamente, está disponible cuando la llame, la busque y "me comunique con ella".
Ese poder inmensamente profundo es el que me lleva por el camino de la perseverancia para alcanzar los objetivos y metas establecidos.
Este poder es intensamente brillante que me hace ver un camino menos hostil para seguir con entereza y entusiasmo.
Este poder es mío, solo mío. Nadie me lo puede regalar, ni vender, ni delegar.
Si no uso esa fuerza interior, se desperdicia, se va a la nada y no la volveré a recuperar.
Esa fuerza interior es igual al tiempo; si no lo uso nunca se recupera. Solamente, está disponible cuando la llame, la busque y "me comunique con ella".
Ese poder inmensamente profundo es el que me lleva por el camino de la perseverancia para alcanzar los objetivos y metas establecidos.
Este poder es intensamente brillante que me hace ver un camino menos hostil para seguir con entereza y entusiasmo.
Este poder es mío, solo mío. Nadie me lo puede regalar, ni vender, ni delegar.
Esta fuerza está compuesta por los siguientes elementos: Poder (como sinónimo de habilidad), Optimismo en mi ser, Deseo vehemente por hacer algo, Entusiasmo para ir tras las metas y Regocijo por haber logrado lo que me proponga.
Las fuerzas internas, los poderes de mi voluntad y pensamientos son gratuitos, ahí están. Solo esperan a que los use para transformar mi mundo interior y parte del mundo exterior que me corresponda.