9/6/16

Mi nombre es Llanto.

La grámatica española define al Llanto como: la "Efusión de lágrimas acompañada frecuentemente de lamentos y sollozos." Empecemos el tema:

Dentro de mi ser exsiste un pequeño espacio en donde vive el Llanto. No me gusta que salga de ahi; sin embargo, de cuando en cuando se presenta disimuladamente.

Mi nombre es Llanto. No diré si es grato o no este nombre. Lo que sí comparto es que la manifestación del lamento en mi alma, el lenguaje de ese doloroso lamento se llama llanto, llanto abundante, llando fuerte y tiene un gran amigo llamado: Sollozo que sirve para poder respirar un poco.

Mi ser está invadido por el llanto porque no puedo hacer muchas cosas para mejorar este mundo; no tengo fuerza, ni poder, ni seguidores para crear un mundo justo, un mundo de equilibrio, un mundo en donde el lenguaje sea menos agresivo, en donde las relaciones y negociaciones sean más clara, justas, formales y buscadoras del bien común.

Mi llanto es por impotencia.
Mi llanto es por deseperación.
Mi llanto es por decepción.
Mi llanto es por cansancio.
Mi llanto es por desilusión.

Hasta este momento, parece que me doy por vencido, parece que no hay nada que hacer.
Cuando mi llanto va perdiendo volumen, va perdiendo fuerza, aparece, como un salvador de mi dolor, el Señor Sollozo. Este me permite echar fuera el viento con suspiros del alma, este me da la oportunidad de aclarar mi mente, mi esperanza y mis ideas.

Entre el Llanto y el Sollozo se viven momentos de desahogo y de tomar fuerzas para seguir el camino. Más adelante, está de pie la Esperanza, enseguida está la Confianza, luego la Persistencia, Insistencia, Resistencia y Consistencia. 

A veces para llegar al final hay que aceptar las "lluvias del alma", convertidas en Llantos y Sollozos.
Aunque no me gusta mi nombre Llanto tengo una función vital para tu ser interior.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023