Esta frase me le envió un entrañable amigo. Esto es con relación a estar en familia.
Hasta pronto.
Reflexionando
sobre esa frase debo concluir que la vida se ha ido, el dinero ha ido y
ha vuelto. Mi ausencia en casa ha sido una constante. El tiempo
nada ha dejado, el dinero llegó y se fue. Repito, la vida simplemente
se ha ido.
Creo
que es tiempo de aceptar que los proyectos diseñados hace unos meses no
se han concretado. Y, de acuerdo con el destino, así tenía que haber
sido.
Regreso lleno de aprendizajes, llenos de nuevas amistades, nuevos logros.
Estoy
seguro que me llevo muchas cosas bellas, una gran satisfacción por
haber hecho las cosas lo mejor posible, porque enseñé a muchas personas a ver su camino con claridad; también, porque llegué hasta donde
debería haber llegado, ni un paso más, ni uno menos.
Regreso a ese lugar para exigirle a la vida que me pague lo que me debe. Exigirle al destino que me devuelva el tiempo con más salud, alegría de vivir y alegría de servir en otros lares. La vida y el destino siempre cumplen a tiempo.
Regreso a ese lugar para exigirle a la vida que me pague lo que me debe. Exigirle al destino que me devuelva el tiempo con más salud, alegría de vivir y alegría de servir en otros lares. La vida y el destino siempre cumplen a tiempo.
Cuando
algunos de nosotros abandonamos el hogar en busca de mejores horizontes
de trabajo salimos con grandes ilusiones y muchas esperanzas. Creo que,
en mi caso, regreso con grandes gozos y nuevas realidades aprendidas.
Nos seguiremos "viendo" en este sitio.
Hasta pronto.