Es un título muy sencillo que puede tener un sin fin de respuestas de acuerdo al tema, giro o concepto que se esté tratando.
Cuando estás tratando, conversando, comentando, compartiendo o dando respuesta a una pregunta de tu interlocutor, ¿qué produces?, vuelve a ser mi pregunta.
Cuando estás tratando, conversando, comentando, compartiendo o dando respuesta a una pregunta de tu interlocutor, ¿qué produces?, vuelve a ser mi pregunta.
Deseo
invitarme e invitarte a tener una conciencia clara de la sensación que
dejamos en los demás después de un encuentro o conversación. Para esto,
se requiere una convicción clara y voluntaria de que vas a marcar
diferencia por tu trato, vas a inspirar a los demás y vas a tener muy
claro que en todo momento producimos o generamos algo: aliento o
desaliento, fuerza o debilidad, seguridad o inseguridad en los DEMAS!
Ejemplos:
Si tu hijo te hace una pregunta, tú contestas adecuadamente, ¿con qué sensación se quedará tu hijo?
Ahora
bien, si tu respuesta fue incompleta o incómoda, ¿con qué sensación se
queda él?. Este final es a lo que me refiero con la pregunta que he
venido haciendome y haciéndote: ¿qué produces?
Reflexiono sobre lo que yo produzco cuando:
Estoy trabajando produzco seguridad y confianza en ellos mismos.
Estoy respondiendo a una pregunta produzco luz y entusiasmo.
Estoy atendiendo a mis alumnos produzco fortaleza.
Estoy conversando con mi hija produzco libertad.
Estoy escribiendo trato de producir un deseo por ser mejor.
Estoy compartiendo ideas produzco una semilla para un mundo mejor.
Estoy pintando produzco en la mezcla de colores una idea para ser contemplada y mover las fibras del ser que contempla.
Vuelvo a preguntarte: ¿qué produces o qué efecto provocas cuanto interactúas con alguna persona?
Hasta pronto.