¿Cuando decimos al ser amado que le amamos, ¿será eso lo que
queremos decir?, o al decir eso nos lo estamos diciendo a nosotros mismos.
¿Te amo para que me ames?
Cuando se hace un análisis de la relación del amor con la
pareja ¿se revisan los elementos que a la otra persona le gustan para
agradarle?, o solamente, decimos las cosas desde el punto de vista de
comodidad: ¿Te amo para que me ames…? O ¿te amo para que me atiendas?.
Acabo de escribir (más arriba) que “hacemos cosas para que
le agraden al ser amado”; espero que no sea eso solamente. Hacemos cosas no
solo para que le agraden, sino para que le sirva de apoyo para su propio
desarrollo.
El tema central es el desarrollo de la pareja a través del
amor.
Siendo el amor un acto consciente, desado y voluntario en el
que nos entregamos profundamente hasta consumarnos en ese amor por el ser
amado, me pregunto y te pregunto: ¿para qué deseo ser amado?, ¿para qué quieres
ser amado(a)?.
La respuesta está en tu cabeza; si la respuesta está solo en
“tu corazón” cuidado!; puede doler.
Trampa o no, el amor es una forma de vivir con alegría, en compañía y con sueños que alcanzar, para
ti, para mí y para los dos.
¿Será el amor una trampa?.
Su respuesta es la verdadera.
Hasta pronto.