Día 17. Hoy es
un buen día para agradecer.
Gracias porque lo que mis
padres (o mama sola) formó en mí ha dado su fruto; he aprendido a ser mejor
persona, ser mejor esposo y padre; gracias porque comprendí que me enseñó con
su palabra y ejemplo a tener fé; me enseñó a perseverar en lo que emprendiera;
me enseñó a tratar muy bien a todas las personas; me enseñó a compartir lo que soy
y lo que tengo, y jamás lo que me sobra o no me sirva.
Aprendí y practico muy
bien sus lecciones de vida.
Lea en voz alta: “SOLO POR HOY sabré agradecer!”