Tantas cosas me has inspirado y ni siquiera gracias
decirte me hacen sentir injusto y egoísta.
Te preguntarás ¿por qué ha de decirme y/o darme las
“Gracias”.
Pues bien, lee cuidadosamente:
Gracias por inspirarme para vivir cada día de la mejor
manera.
Gracias por influir en mi convicción de hacer el mejor
trabajo cada día.
Gracias porque lo que hago llega a tantas personas que ni
siquiera sabes de su existencia pero muchas de ellas tu nombre musitan con sonrisa y alegría.
Gracias por esperarme cada día y cada tarde con curiosa alegría
Prefieres cerrar tus ojos para verme con la luz de tu alma.
Prefieres guardar silencio que irrumpir la paz de tu corazón
con un “ya llegará”.-
Gracias porque me has levantado cuando caído estuve.
Gracias porque me has reanimado cuando dormido me
encontraba.
Gracias porque me has convertido en un hombre inspirador y
en tu esposo amado.
Gracias Carlota, mi compañera de vida, mi compañera de
sueños y compañera de eternidad
prometida. Gracias esposa mía.
Hasta pronto.