Creo que todos hemos tenido esas experiencias: el viento nos ha susurrado, el mar despertado y el trueno alertado.
Hasta pronto.
Algunos hemos escuchado el susurro del viento; es posible que nos "diga cosas
de aliento", es posible que nos tranquilice especialmente cuanto
sentimos su su frescura. Otros hemos temido a los vientos; otros volamos en sus lomos.
El mar nos despierta la imaginación, nos hace contemplar el horizonte, nos enciende las imagenes y nos da oportunidad de soñar. El mar invita a pensar, brinda paz cuando quiere.
El trueno nos alerta- Nos indica que se avecinan tromentas, vientos huracanados u otras cosas que pueden ser peligrosas. El trueno siempre nos avisa.
Pues
bien viento, mar y trueno nos enseñan como estar en comunicación con
los seres vivos. Ellos nos enseñan otras formas de compartir la vida.
Tenemos el deber de utilizar el susurro para expresar ideas efectivas, llenas de confianza e intimidad.
Por otra parte, podemos despertar la imaginación en los demás enseñando cómo. Finalmente, podemos alertar a los demás sobre peligros que les pueden dañar.
Tenemos el deber de utilizar el susurro para expresar ideas efectivas, llenas de confianza e intimidad.
Por otra parte, podemos despertar la imaginación en los demás enseñando cómo. Finalmente, podemos alertar a los demás sobre peligros que les pueden dañar.
Viento, mar y trueno son el ejemplo del susuro, despertar y alertar.
Hasta pronto.