Tu vida, mi vida y la vida de cada quien han tenido caminos. Cuando no han existido los hemos creado; sí, efectivamente, hemos creado caminos en cada paso que hemos dado.
Todos los caminos tienen sus subidas y bajadas; otros tienen
solo piedras, otros son simplemente sencillos, planos. Otros tienen espinas y
abrojos; otros simplemente rosales y jazmines. Otros son áridos, fríos,
húmedos, llenos de lodos.
Hay caminos de todas las formas y circunstancias que te
quieras imaginar.
Pregunto: ¿qué importa más el camino o el destino? (Tú
tienes la mejor respuesta).
Otra pregunta: ¿qué he disfrutado más: el camino o el
destino?. Mi respuesta es: el camino! Repito, es mi respuesta, (no
necesariamente una verdad para los demás.)
Explico por qué.
No sé si me lo enseñaron, lo descubrí o simplemente se dio de
la siguiente manera:
Mis caminos los he disfrutado porque no vi, ni he visto si
el camino es difícil o fácil; simplemente he andado mis caminos que me han
llevado a mis destinos parciales y ando el camino que me llevará a mi destino
final.
Mis caminos estuvieron llenos de paisajes, amaneceres,
atardeceres, anocheceres.
Mis caminos están, ahora, llenos de pintura, escritura y música.
Mis caminos están, ahora, en su lugar. Sé cuál tomar y cuál
abadonar.
Mis caminos son la suma de mi vida andada, formada y
lograda.
Hasta pronto.