1/11/16

El alivio de un reo.

Me contaron una historia que comparto.

Erase una vez allá por el año 1850 que un juez dictaba una sentencia a un reo:
"Lo condeno a pasar la noche en la cárcel y dormir en ella.", a lo que el reo le contestó: "Momento, Señor Juez: usted puede condenarme a pasar la noche en la cárcel, pero a dormir en ella, eso depende de mí, no de su sentencia."

¿A dónde voy con esto?. Voy a que, a veces, solemos sentirnos como reos de algo y condenarnos y castigarnos por algo. 
Ejemplo, me pueden castigar a permanecer en mi pais y no salir de él. Esto es un castigo de una tercera persona. 
Conozco un truco para aliviar "esa sentencia, ese dolor". Y es muy sencillo.
Para esto, recurro a otra historia. Era un hombre que bebía demasiado, el médico le prohibió beber.
El sufrió mucho pero logró curarse de esa enfermedad. Su hermano, quien también era bebedor incurable le dijo: "Mira hermano, yo voy a dejar de beber y no porque me lo recomiende alguien. Voy a dejar de beber porque he jurado no hacerlo. Mi juramento es sagrado. Así es que eso no es ni castigo, ni sentencia, ni recomendación. Es mi libre albedrío, decido no beber.

Quiero concluir lo siguiente: Si el juez te ha sentenciado a permanecer en tu país --y eso te llega a doler-- te recomiendo que permanezcas porque lo has jurado y porque lo decides libremente, no porque te lo hayan sentenciado.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023